Cada persona es un mundo, cada uno tiene un universo interior que esta esperando a ser descubierto por alguien. Hay personas que ponen más barreras que otras para poder acceder a él, pero, si esta persona vale la pena no hay obstáculos que valgan, porque tarde o temprano conseguiremos llegar a conocerlo.
Pocas veces nos podemos encontrar con alguien y saber desde el primer momento que esa persona vale la pela y quieres conocerla por encima de todas las cosas.
Es difícil y no somos adivinos, al menos yo no, pero a veces sucede, te arriesgas, te ciegas y quieres hacerlo por encima de todo, pasando de lo que pueda haber detrás.
*Alguien me contó un día...
"Conocí a un pequeño rayo de Sol, que sin más, apareció en mi camino. Era tan inalcanzable por un lado y tan cercano por otro, que fue capaz de crear en mi, mil sentimientos a la vez sin a penas conocerle.
Poco a poco fue convirtiéndose en algo más que un simple rayo de sol. Se gano mi confianza con pasos de gigante, y hacía que el momento más bonito e interesante del día fuese cuando podía hablar con él y contarle mis cosas.
Paso de ser casi un desconocido a un Gran Amigo, le veía, le sentía, podía confiar en él a ciegas.. Era el sol que me hacía feliz cada día, aunque seguía siendo tan inalcanzable como al principio.
Pero las cosas cambian y me alegro muchísimo que haya sido así.
Dicen que los polos opuestos se atraen, somos muy distintos pero a la vez nos parecemos mas de lo que nosotros imaginamos. Somos como dos niños encerrados en cuerpos de grandes.
Odio tener que enfadarme con el pequeño Sol, pero me encanta ser yo quien lo hace y que todo vaya a mejor... Me gusta que sea yo quien este a su lado cuando tropieza o se equivoca porque así puedo traerlo de vuelta al mismo camino.
Me cabrea que sea el quien tenga la razón pero me siento mejor cuando miro atrás y veo que siempre esta ahí con la misma luz y sin a pagarla.
Como en todas las historias, hay sus partes buenas y sus partes malas pero entre los dos hemos sacado tantas cosas adelante que la luz de todas las cosas lindas, hace que las malas casi ni se vean.
Se que cada día que me levanto, está ahí dispuesto a seguir acompañándome, como el Sol que entra por la ventana todos los días y que a pesar de que haya veces que ni se vea, sabemos que siempre esta ahí haciendo lo posible por salir y hacerse sentir, como tu, que no estas día a día a mi lado pero actúas exactamente igual que ese gran Sol.
Te quiero por ello."
Si encuentras o tienes a tu gran sol, no lo dejes ir, no dejes que su luz se apague, aprende hacerle brillar cada día un poquito más.
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