lunes, 24 de octubre de 2011


Cuando se trata de la familia todos seguimos siendo unos niños, no importa cuántos años cumplamos, siempre necesitamos un hogar,
 
porque sin la gente que más quieres no puedes evitar sentirte solo en el mundo.

El olvido de un amigo no es fácil, el dolor de perder a una pareja es bastante doloroso.. Pero el olvido de alguien familiar que sabes que esta ahí y no puedes hacer nada por llamar su atención de nuevo es peor que cualquiera de los otros dos dolores momentáneos y pasajeros. 

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