momentos en los que ni si quiera piensas en nada, o intentas mantener ocupada tu mente en cualquier
cosa menos en eso que tanto daño te hace y resulta que sin darte cuenta, tu mente te traiciona y las lágrimas salen solas.. Sin ni si quiera darte cuenta de ello, estés donde estés e intentas disimular, quizás porque no es el momento apropiado, no estas solo o te rodea un montón de gente, pero es algo que puede contigo.
Esos momentos en los que no quieres nada, solo estar en tu rincón y no saber nada más, sabes que es peor porque lo terminas pasando mal igualmente, pero cierta parte de ti, "parece estar cómoda" desahogando todo eso que esta dentro retenido y al estar solo puede salir sin que nadie lo vea...
Momentos en los que mires donde mires, todo te recuerda a cosas que prefieres apartar por ahora, y es imposible y cuando creías que ya tu tormenta psicológica estaba mejor, vuelves a derrumbarte por esos recuerdos que se te vienen a la cabeza, por esos lugares en los que ayer estaban llenos de una sonrisa o de una simple mirada, hoy están oscuros y completamente vacíos, tal y como te sientes tu en este mismo momento.
"Después de la tormenta, siempre llega la calma"
(Lo que nadie sabe es cuanto durará cada tormenta... )
*No hay palabras que expresen mejor este momento*
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