Hoy no se como empezar, ni que decir.. ni si quiera pensaba escribir.. No lo tengo claro, pero hace un rato mientras vagabundeaba por páginas, he leído una frase que me llamo la atención, una frase muy simple pero tan real que quisiera compartirla en mi pequeño rinconcito personal.
"No juegues con una persona que puede jugar mil veces mejor que tú"
Afortunada la persona que diga que nunca le ha sucedido algo así.. Me alegro por ella. Sin embargo sé de otras muchas que si les ha pasado.
Nos creemos muy fuertes, muy listos y muy liberales... Salimos ilesos de historias e historias siempre mirando por nosotros nunca por quien dejamos atrás.. Pero cuando se le da la vuelta a la tortilla y somos nosotros los que nos quedamos atrás ¿qué pasa?
Nos vemos tan seguros de nosotros mismos que olvidamos que en las cosas del corazón no se puede mandar, llega un momento que no se sabe donde acaba el juego y empieza el sentimiento porque siempre salimos huyendo y no damos oportunidad.
Nos creemos ser "un gran jugador" sin ver que hay alguien que juega mejor que tu la partida pero a veces llega un momento que sin darnos cuenta vemos que no hay partida para ti, hay algo mas y queremos salir huyendo como siempre, pero no se puede porque hay algo dentro de ti que prefiere seguir sintiendo, pero, contigo solo querían jugar y esta vez te toca perder.
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